lunes, 27 de julio de 2009

Reino de la Publicidad...


Pulgarcita y el Libro al fin llegaron al Reino de la publicidad, ansiosa se dirigió a la sala de historia donde se encuentra con el Sapo Ramón. Ella lo ve y dice:

- Ramón, Ramón… ¡Que alegría verte!, venimos a escuchar la historia de la Publicidad….

Ramón responde:
- Pulgarcita y Libro, ¡También es una alegría verlos!, en el día de hoy la historia la contara el rey, después puedes solicitar cualquier deseo.

Pulgarcita y Ramón se sentaron, así poco tiempo después el Rey comenzó a hablar.

- Queridos amigos míos, hoy vengo aquí a contarles la historia de su Reino: comienza cuando la publicidad por primera vez, al menos todos los indicios hacen pensar así, es en la Grecia Clásica, donde los primeros comerciantes tienen una vida nómada. En su deambular constante llegan a una ciudad con posibilidad de desarrollar la venta de sus mercancías y la pregonan, la vocean, de alguna forma la anuncian.

Posteriormente, esta costumbre se extiende al Imperio Romano, donde aparece la "Enseña" que sirve para localizar un centro de trabajo, ocio o venta. Roma incorpora a la Enseña y a la voz del pregonero la materialidad del texto escrito: El "álbúm" y el "libellus". El Albúm es una superficie blanqueada sobre la que se escribe. Unas veces son pergaminos, otras papiros, otras las propias paredes blanqueadas y en definitiva, todo aquellos liso y blanco que sirviera para enumerar y clasificar las mercancías, anunciar espectáculos circenses, venta de esclavos y decisiones políticas de las autoridades.

El Libellus, antecesor del cartel, es de menor tamaño que el Albúm. Una vez que se había escrito en él el mensaje o comunicado, se pegaba a la pared. Normalmente era usado para incitar a la sedición o a la lucha.

En la Edad Media aparece el "pregonero", que era anunciado con el sonar de trompetas, posiblemente para llamar la atención del pueblo sobre el pregonero, que transmitía las órdenes y deseos de los nobles. Por el contrario, en esta época el Cartel entra en decadencia, siendo sustituido por la "Enseña", que diferenciaba los comercios entre sí. Es una semejanza con lo que en la actualidad conocemos por "logotipos" de una empresa.

Con el Renacimiento y la aparición de la imprenta, la publicidad va tomando forma y es definitivamente en el Siglo XVI, con la aparición de los periódicos donde de una manera definitiva la publicidad toma asiento. Se cree que fue el "The Times Handlist", periódico inglés, fundado en 1622, donde el primer anuncio de prensa, propiamente dicho, apareció.

Es en el Siglo XVIII, cuando en la lucha por independizarse la prensa acepta el apoyo de la publicidad, que constituía una forma de financiación para los editores de periódicos. Con el transcurso de los años este negocio mueve demasiado dinero y cobra gran importancia como para estar en manos de aficionados, apareciendo a principios del Siglo XIX las agencias de publicidad, que se dedican a diseñar, estudiar y difundir campañas para sus clientes.

Con el Siglo XX la publicidad llega a su máximo apogeo. Se ve potenciado con nuevos medios de comunicación: Cine, Radio, Televisión... Aparece la publicidad ofensiva y en una sociedad industrializada de grandes competencias es terreno abonado para ella, donde se intenta por todos los medios posibles captar la atención de los clientes, lo que obliga a plantearse una "ética profesional de la publicidad", con el fin de que no se convierta en un campo de batalla comercial.

http://www.promonegocios.net/mercadotecnia/publicidad-historia.htm

- Así se gano el honor nuestras tierras que se llamaran Publicidad. Ahora queridos amigos ¿Quién desea solicitar algo?

En ese momento se para Pulgarcita con su libro y se dirige al Rey.

- Querida majestad, he viajado de muy lejos buscando mi vocación, con ayuda de misa amigos he aprendido mucho y por lo tanto concedo que por favor me de mi vocación.

El Rey responde:
- Niña, cuéntanos ¿Cuál es tu vocación?

Pulgarcita lo mira y responde:
- QUIERO SER PUBLICISTA…

Así fue como Pulgarcita y su libro vivió la aventura de su vocación. Siendo ella una gran Publicista.



FIN








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